El filósofo y el detective
En la novela negra el detective es convocado usualmente a la escena del crimen. Pero todavía con mayor frecuencia el misterio se cruza con el/ella, le persigue con una cierta insistencia insana, posee con el/ella una afinidad pegajosa. Allí donde aparece el/ella aparece, tarde temprano, el crimen, el misterio, aun cuando el/ella quisiera tomarse un respiro, tomarse unas vacaciones, alejarse (Crimen en el Orient Express, El Balneario).