Hipótesis para una salida democrática de la crísis

Este artículo fue publicado en el primer número de la revista de filosofía política Turba «Deuda, violencia, política». Puedes desargar libremente el número aquí.

I.

 Lo que está en guerra no son las maneras variables de gestionar la sociedad. Se trata, irreductibles e irreconciliables, de ideas sobre la felicidad y sus mundos

(Comité Invisible “La insurrección que viene”)

 Lo que hoy se enfrenta en el conflicto abierto entre las poblaciones europeas y las oligarquías que nos gobiernan NO SON los modos posibles de gestión de la crisis, los medios a través de los cuales se pretende planificar un nuevo escenario económico.

Lo que se enfrenta es LA DECISIÓN SOBERANA acerca de quiénes serán los que arrostren sobre sus espaldas sus consecuencias y sus perjuicios, y los modos y medios por las cuales esta decisión será tomada.

 Como se ve, la cuestión es innegablemente POLÍTICA.

 El QUIÉN y el CÓMO esta decisión sea tomada va a ser determinante en la redistribución de poder en la que, QUERÁMOSLO O NO, ya nos encontramos inmersos.

 Glosa 1

 El capitalismo nunca resuelve sus crisis, solo las mueve geográficamente

David Harvey

 En el origen de la actual crisis se encuentra el agotamiento del modelo de acumulación financiera ensayado por el capitalismo demasiado-tardío desde el último tercio del siglo XX, que culminará con el estallido de la burbuja financiera de 2008.

 Detrás de la “extensión de la crisis al conjunto global de la economía mundial” se encuentra más el sucesivo encabalgamiento, una sobre otra, de una serie de diferentes crisis: una crisis financiera, una crisis de las burbujas que ella alimentaba (como la inmobiliaria en el caso español), una crisis de deuda soberana de los países del sur de Europa a partir del caso Grecia (como mecanismo financiero de salida al caos generado en 2008), una crisis de la institucionalidad europea, una crisis en la economía de bienes y servicios por causa de la paralización del crédito, y finalmente una crisis en las condiciones de existencia de las poblaciones europeas afectadas.

El desarrollo consecutivo de las distintas crisis, su encabalgamiento, es el resultado de la huida hacia delante por parte de los intereses especulativos financieros en su necesidad de dar salida a un modelo de acumulación agotado. El desplazamiento geográfico y social de la crisis que afecta a los intereses de la especulación financiera en aras a salvaguardar sus intereses y la continuidad de su acumulación.

II.

 No se puede negar. Un fantasma, vuelto del más allá de los tiempos, recorre Europa.

El espectro de las clases que, por tanto tiempo, quisiéramos haber olvidado.

 Glosa 1

Lo que el genérico la crisis esconde no es sólo la diferencia de responsabilidad, sino las diferentes crisis que afectan a los distintos sujetos colectivos (los capitalistas financieros y las poblaciones, el 1% y el 99%), la diferencia en sus consecuencias y afecciones.

Así como LA ALTERNATIVA ENTRE AMBAS.

Para el 1% la crisis ha significado la devaluación de activos financieros en su poder.

Para el 99% la crisis significa LA DEVALUACIÓN DE NUESTRAS CONDICIONES DE EXISTENCIA.

En este punto la OPOSICIÓN ES INEQUÍVOCA.

Y los poderes fácticos parecen asumirlo en toda su crudeza y términos bélicos.

O una salida para la crisis del 1%, gestionada desde arriba, POR FUERA Y CONTRA los intereses de las poblaciones afectadas.

O UNA SALIDA DEMOCRÁTICA DE LA CRISIS contra los intereses del 1%.

Una salida de la crisis A COSTA DE LOS BENEFICIOS DE LA ESPECULACIÓN FINANCIERA.

O

Una salida de la crisis A COSTA DEL BIENESTAR Y EL FUTURO DE LAS POBLACIONES EUROPEAS.

La guerra ya ha comenzado.

Y NO LA HEMOS DECLARADO NOSOTRAS.

Glosa 2

Y si, de hecho, olvidamos nuestro lugar como proletariado, no fue solo, como no dejan de repetir los viejos románticos, como obnubilados por el sueño de una clase mas-allá-o-mas-acá-de-las-clases.

Del sueño de un lugar, en una sociedad sin piedad, más allá y al resguardo de la miseria histórica de las clases trabajadoras.

El mitologema de las clases medias, donde, paradójicamente, fue posible capturar en términos de clase (esto es de comunidad de vida y de intereses) lo que no era sino un proceso general de desclasamiento (de atomización, de perdida de comunidad) de grandes porciones de la clase trabajadora.

Es el hecho de que esta captura fuera, efectivamente, posible, LO QUE NECESITA SER EXPLICADO.

Aquí, de nada sirve apelar a la falsa conciencia o a la debacle de la ideología.

A la oposición entre el lugar objetivo, real, de la función trabajo en la organización social, y el lugar donde la subjetividad, las figuras que emergen de la narración, se sitúa en la misma. De nada sirve sino al precio de olvidar que la misma oposición es ella también real, como lo son sus resultados.

Si la clase media era una ficción, era sin duda, una ficción poderosa.

Al fin y al cabo, te ponía un piso en la playa. No muy grande, quizás. De tamaño medio. Pero un piso al fin y al cabo.

Una ficción materialmente persistente.

No se trata tanto de poner al descubierto las mentiras, los elementos ficcionales, mediáticos,o institucionales, de captura de la conciencia en el interior de una falsa conciencia, etc. de la clase media.

Al fin y al cabo, su evidencia se nos hace cada día más vívida.

Sino por el contrario, desvelar, las verdades tras la cual enmascaraba sus mentiras, los procesos objetivos de devenir y mutación en los cuales ha sido posible engancharla e incorporarla a las vidas. La mentira no se sostiene sino es ella misma capaz de sostener formas de verdad. Sólo así puede explicarse el enigma de su persistencia.

Sólo así podemos pensar hoy los modos en los cuales todavía nos encontramos atrapados en ella.

Si hemos olvidado la clase obrera es porque, en algún momento, ella también se olvidó de nosotras.

No sólo porque el imaginario que nos ofrecía ya no correspondía con nuestras vidas, sino porque dejó de corresponder incluso respecto de las vidas que dicho imaginario pretendía expresar. Solo era suficiente para capturar formas de vida que, en los procesos de mutaciónde los procesos sociales de organización del trabajo, comenzaba a escaparse de las dinámicas dominantes que organizaban la racionalidad de dichas mutaciones.

Para nosotras, el proletariado ha sido LA FIGURA DE UN PADRE AUSENTE.

Hemos crecido a la sombra de un gigante que ya era incapaz de protegernos.

Del mismo modo como, en los guettos de Los Angeles y de New York, las primeras gangs, eran conscientes de ser los huérfanos de los Black Panthers, nosotras, somos, los huérfanos de la clase obrera.

Volver hoy a la clase obrera no es identificarnos por fin, con alivio y/o culpabilidad, en la figura del obrero clásico, sino aprender del proceso histórico por el cual la clase obrera cobro subjetividad y se armó para la lucha, para repetirlo hoy, a nuestro,modo. Según la urgencia de nuestras necesidades.

Al fin y al cabo, las dos dimensiones, la función analítica del concepto clase en la sociología, y la función subjetiva de auto-enclasamiento, han convivido, siempre en tensión, dentro de la idea de clase.

Se opone así el estrato, como lugar auto-concebido dentro del marco de relaciones sociales, a la clase como lugar que el análisis de las relaciones sociales de poder dibuja.

Sólo el operaismo italiano ha sido capaz de construir un índice a partir del cual dicha tensión puede resolverse. Poniendo el acento en el proceso histórico por el cual, a partir de la conciencia de las propias condiciones materiales de existencia, y de la comunidad de intereses con otros que en ellas se encuentran implicadas, fue posible armar un proceso de composición intersubjetiva.

Las composición de clase no es cosa que, ahistórica y de algún modo incorporal, flota en el mundo de las ideas a la espera de que un alguien, mediante una suerte de iluminación catártica, tome conciencia de ella, sino algo que necesita ser armado, construido.

Tomar conciencia de, por ejemplo, el modo como el imaginario de clase que opera en el seno de nuestra sociedad opera hoy como pantalla y límite para la construcción de nuestra intersubjetividad de clase, al servicio de unos intereses que no son los nuestros.

Hoy por ejemplo, al servicio del disciplinamiento de la mano de obra, que bajo la forma de una moralidad espartana – hemos vivido por encima de nuestras necesidades-, de un backlash, de una vuelta atrás con respecto la conciencia de lo que una es, pretende mostrarle a cada quien, cuál es SU LUGAR EN LA SOCIEDAD, y EL LUGAR DE SUS ASPIRACIONES.

Definitivamente, necesitamos MATAR AL PADRE.

Glosa 3

<<Hablamos otro idioma.

El nuestro incomprensible ara los poderosos.

El suyo es humillante para todos nosotros.

Cada uno utilizamos diferentes idiomas,

pero los dos sabemos de qué estamos hablando>>

Habeas Corpus ‘Esperando el cielo’ en “Otra vuelta de tuerca” (2002)

Las palabras son índices materiales a través del cual seguir las fracturas que nos separan. Los diferentes mundos que cohabitamos.

Podemos seguirlas y encontrar los lugares donde las oposiciones se hacen materialmente existentes.

¿Que significa para nosotras y que significa para ellos: justicia, trabajo, seguridad, libertad, democracia, riqueza, derechos?

Si en primer lugar dijimos que las palabras son un índice es, en cierto modo, porque nos engañamos. Las palabras, y los pedazos de realidad que refieren, son CAMPOS DE BATALLA donde hoy peleamos por nuestra supervivencia.

III.

Lo que hoy se enfrenta es el proyecto cada día más explícitamente autoritario del proyecto de gobernanza neoliberal europeo frente a las posibilidades de auto-gobierno democrático de las poblaciones europeas.

Glosa 1

La consecuencia inmediata de la creciente agudización de la oposición de intereses entre el capital colectivo y las poblaciones europeas es el autoritarismo desnudo con el cual, de manera cada vez más explícita, se realiza la gestión política de la crisis.

Y sin embargo lo que esta desnudez pone de manifiesto no es tanto un devenir despótico de los modos de gobierno, como el grave déficit democrático presente tanto el proyecto de construcción europeo en general, como las distintas arquitecturas institucionales particulares de los países miembros.

Glosa 2

<<De aquellas aguas vinierón estos lodos>>

Dicho popular

 El proceso autotómico de desmontaje institucional de los dominios sobre los cuales (aún cuando fuera un acuerdo sumamante desigual) el llamado pacto social fundaba el Estado de Bienestar (garantías sociales a cambio de paz y trabajo), ha sido posible unilateralmente, por fuera del consenso social, y sin la necesidad de algo así como una reforma de su propia arquitectura o la reescritura de un nuevo pacto.

Si esto es así es tanto porque la arquitectura institucional sobre la cual reposaba este orden ha carecido de los mecanismos efectivos para garantizar la realización de dichos mecanismos y su protección o blindaje como derechos fundamentales básicos e inalienables.

Al tiempo no existen, más que periferica y nominalmente, mecanismos efectivos de participación política al margen de los partidos políticos que ejercen la representación y, al mismo tiempo, forma alguna de mecanismo o de protocolo político capaces de garantizar el control efectivo de los representantes por parte de los representados.

Glosa 3

Por déficit democrático entendemos la distancia que, en las democracias realmente existentes, existe entre la enunciación de la soberanía popular como fundamento de su legalidad y legitimidad, y la existencia y/o implementación de mecanismos efectivos de participación más allá de la representación indirecta, y control democrático de los representantes por parte de los representados.

IV.

<<Nunca mais>>

Lema de las manifestaciones tras el desastre del petrolero Prestige en Galiza.

La democracia no es para, nosotras, nuestra batalla.

La democracia es nuestro CAMPO DE BATALLA.

Glosa 1

Es una cuestión de estrategia.De construir el mejor escenario posible de acuerdo a nuestras necesidades y obligar nuestros enemigos a posicionarse en el.

Glosa 2

No podemos elegir. La decisión ya está tomada.

Sólo nos queda pelear o aceptar la derrota como IRREMEDIABLE.

O asumir la democracia como proyecto de auto-gobierno. Como proyecto de reconquista y recomposición de una correlación de fuerzas capaz de inclinarse a nuestro favor.

O renunciar a ella, y entregarla definitivamente a manos de nuestros enemigos. Como aparato formal; reducida cada vez más a una forma ritual; de legitimación de las decisiones que; urdidas y tomadas por fuera de sus propios aparatos; sostienen nuestra servidumbre.

Sin que sea razón para que, de forma creciente, pueda quitarse la máscara, allí y cuando se lo requiera, y mostrarse, con toda la brutalidad necesaria, como forma desnuda de dominio.

BIENVENIDOS AL IMPERIO

Glosa 3

<<¡Mi mochila! ¡Mi bicicleta! ¡La democracía! ¡Devolvedmela que me la habéis robado!>>

Una manifestante al cordón policial, durante el desalojo del inmueble ocupado por la Asamblea del 15M de Plaza del Pilar el 19J de 2011.

 

No sólo hemos perdido el trabajo. También hemos perdido la democracia.

Y ante la constatación de su pérdida, la democracia y el mundo del trabajo comienzan a emerger antes nosotras revestida con características fantasmales. Brillan con una luz que nunca tuvieron en vida.

El fantasma de la pérdida.

Y sin embargo, si hoy la hemos perdido, sin que aparentemente nada halla cambiado, será por que en el fondo nuestra fue la nuestra.

Y sin embargo esta sensación de pérdida es lo que debe ser explicado. Lo que debemos explicarnos. Una vez más de nada sirve denunciar su falsedad sin dar cuenta de la verdad dela que son portadores. En primer lugar esa sensación de angustia, de impotencia, que nos invade.

Esa certeza consciente que convierte nuestros gritos en una forma muda de desesperación.

Quizás el pánico de constatar en carne propia el hecho de que LA EXCEPCIÓN de la temporalidad, tanto en el trabajo como en la política, SE HAN VUELTO  PERMANENTES.

Glosa 4

Que la democracia es una forma de gobierno de clase es evidente para nuestro enemigos.

Por eso se esfuerzan en limitarla en su extensión y vaciarla de efectividad como condición de victoria.

Construir una democracia a su medida que es lo mismo que decir, reducir toda su potencia a una forma vacía de ritualidad formal.

Ahora hace falta que nosotras tomemos conciencia.

Y hagamos algo al respecto.

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